sábado, 31 de enero de 2009

Otro fragmento de la paranoia

Empecé el año cagando, y jodo que si se nota. Atrás quedó la nochevieja, muy agradable, aunque la pasé con la sensación de que algo me faltaba. Ya terminaron hace algún tiempo las navidades. Volví a verla. Parecía que todo iba bien.

Aún recuerdo como, al principio, ella se quejaba de mi postura acerca del amor. Muy relativista, decía. Si no crees que puedes estar con alguien para siempre, para qué empezar, sostenía. Le argumentaba que el amor eterno no existe, eso es un trabajo de día a día. Requiere esfuerzo y dedicación. Ella me dijo que me amaría siempre.

Acabé por creerla. No creía en planificar nada, pero algo en mí no podía evitar sentirse a gusto pensando en todas las cosas que me decía que quería acerca del futuro. Hasta ahora.

Me encuentro inmerso en una conversación a través de internet con ella. No es el canal adecuado. No es el contexto adecuado. Pero una semana de indiferencia es más de lo que puedo aguantar. No creo que ella tenga la culpa. Sólo sé que no puedo más.

Un mensaje largo, pero no me cuesta nada resumirlo en una sola y demoledora frase: se acabó. Demasiadas sensaciones contradictorias se agolpan. Alivio porque por lo menos ya sé qué le pasaba. Tristeza porque he perdido para siempre algo que significaba demasiado. Contrariedad, porque hasta hace una semana todo era demasiado bonito. Cansancio debido a que todas mis relaciones acaban por terminar cuando más a gusto me siento en ellas.

Todo ese cúmulo me marea y siento que ya no puedo más. No sé ni qué hacer ni qué contestar. Es tal la sacudida que soy incapaz incluso de llorar. Me quedo mirando la pantalla, con un gesto que imagino será patético para cualquiera que lo vea desde fuera.

Alguien podría sacar conclusiones positivas.

No es el fin del mundo. De todo se aprende. Lo que no te mata te hace más fuerte. Mejor ahora que no después.

Y lo cierto es que ojalá fuera el fin del mundo. Ojalá fuera un ignorante. Ojalá fuera absolutamente débil y ese ahora fuera un nunca.

Pero no es así. Ya no soy amado. Acabaré por superarlo, lo sé. Probablemente me lo haya tomado mejor de lo que hubiera podido creer.

Pero eso no quita el hecho de que ahora vuelvo a caminar solo, cuando hubo un momento, aunque fuera ínfimamente pequeño, en el que creí que no tendría que volver a hacerlo.

5 comentarios:

Asco No Tipo Infancia De Rimbaud Oculto Gran A dijo...

Viva la tragedia, la melancolia, la soledad. ¿Quien puede decir que esta vivo sin que este dolorosamente vivo?

Siento hacer tantos comentarios, pero lo bueno, realmente bueno, no abunda

mexson dijo...

No importa tío ^^

Me gusta que la gente comente ^^

Kaldo dijo...

Increiblemente identificado con el texto. Enhorabuena por el blog...

Anónimo dijo...

Me gusta mucho lo que escribes (qé comentario más inteligente, hay qe joderse). Muy bueno

Feliz no cumpleaños

Anónimo dijo...

Soy inconformista.

Eh.. que puedo decir d esto, quizás es un poco tarde pero... es una introspección bestial. Me ha gustado mucho, muchísimo.