miércoles, 7 de mayo de 2008

En la ciudad con Punano

Mirar la ciudad desde tus ojos es como soñar despierto.

Posibilidad, risa, llanto, vértigo, odio, miseria, jolgorio, rabia... Todo es una mezcla insípida que recorres observando lo que te rodea. Siempre con mezcla de curiosidad y capacidad de observación, reflexionas acerca de todo lo que te rodea. Porque en realidad cuando dos policías persiguen a un hombre por robar en un supermercado, no es tan simple como los buenos contra el malo. Todo tiene su reacción y su consecuencia. Porque un indigente no es siempre un vago o un maleante. No siempre es tan sencillo.

Porque un despido no siempre se produce por que el despedido no trabaje. Porque el mismo hecho de trabajar por un dinero es algo miserable y triste. Porque dos niños de color corriendo no tienen porque estar huyendo, sino jugando. Porque un filete no es sólo un filete. Porque una ciudad en llamas no es sólo una imagen en un televisor que luego pasará para no volver. Porque una guerra ya no es una guerra, si no economía. Porque se sabe que juegan con vidas.

Porque un billete no es un simple trozo de papel, si no el eslabón de una larga cadena. Porque una cucharilla encima de un fuego o dos filas son verdugos de cualquier protesta. Porque el miedo no siempre surge porque te pueden quitar algo material. Porque la miseria no siempre vive lejos de uno.

Porque la única ley que rige todo es el odio y la tristeza de muchos.

Porque ver la ciudad desde tus ojos, es ver una realidad oculta. Y es que no siempre en el país de los ciegos el tuerto es el rey.

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