lunes, 7 de abril de 2008

Así soy

Hola.

Soy alguien muy cercano a vosotros. Muchos solo me habéis visto por los medios de comunicación. Otros, quizá, halláis oído hablar de mí. Los más afortunados podrán haber dicho que disfrutaron de mis servicios. Los menos, no podrán decir nada.

Profesionalmente podéis considerarme como una prostituta de lujo. No me avergüenza decirlo. Me vendo a aquél que me ofrece más dinero, y es capaz de engordarme. Porque así sobrevivo. No me importa traicionar, pues sobrevivo gracias a los que me pagan. Gracias a aquellos que me pagan. Gracias a todos a los que les da igual. Si, no seáis tímidos. No escondáis la cabeza. Quien más quien menos, todos sois cómplices. Si no, no se explicaría mi desorbitado sobrepeso.

Aquellos que han podido pagarme, ya saben la sensación que produce amarme. El uso de mis servicios implica la destrucción de todo aquello que podría estorbarte. Consigues mantener todo gracias a mí. Mi amor es destrucción. Es lo que ofrezco.

Mi poder no conoce de fronteras. Mato, y tampoco tengo ningún tapujo en decirlo. Ningún jurado de ningún país se atrevería a condenarme. La razón es simple: yo les doy de comer. Les alimento. Pago sus coches, sus yates, sus amantes. Sus vidas. Todo depende demasiado de mí como para que sean capaces de dañarme.

Poseo la inmunidad más desarrollada del planeta. Todos desean tenerme de su lado y nadie osa pronunciarse en mi contra. Anhelan poseerme y usarme. Disfrutarme. Todos los que levantan alguna mínima voz en mí contra son eliminados por aquellos que me necesitan.

Soy la droga más adictiva que existe. Una vez probada no hay vuelta atrás. Necesitas más dosis. No puedes dejarme. Sabes que, tarde o temprano, me volveré contra ti. Pero me ansías demasiado como para que eso te preocupe. Me defiendes aunque sabes que acabaré matándote.

Soy la miseria, y soy tu vecina, que acecha en cualquier esquina, esperando que me pruebes.

Todo para matarte.

No hay comentarios: