miércoles, 9 de abril de 2008

¿Qué es para mí España? (Redacción para Historia)

¿Qué es para mí España?

Desde un punto de vista objetivo, España es un país. Si uno se aleja un poco más en el globo verá que, además, España se encuentra integrando lo que se conoce como Unión Europea (UE). Si uno se aleja más verá que se encuentra dentro de la OTAN, y si uno se aleja del todo verá que España es un país miembro de las naciones unidas (ONU).

Este punto de vista es, quizá, más económico y político (tanto si consideramos que política y economía son distintos como si no) que otra cosa. Para añadir otro punto de vista, geográfico en este caso, se podría decir que España es el territorio comprendido por unos cinco sextos de la península ibérica, dos archipiélagos, así como las plazas de soberanía en el norte de África. Si uno nuevamente, y tal y como hemos hecho antes, se aleja más, se observa que se encuentra dentro del llamado continente euroasiático. Y si, finalmente, despegamos las narices del mapa, veremos que se encuentra del mundo.

Mentiría si dijese que algunos datos no he tenido que rescatarlos del fondo de mi memoria. La razón radica en que nunca me había parado a pensar qué es para mí España, puesto que nunca he sentido predilección por este país, pese a vivir en él. Quizá, y debido a fronteras creadas a partir de hechos históricos, económicos o políticos con los que no he tenido nada que ver, se diga que tengo que sentir predilección o simpatía por gente que viva en Galicia, o que tenga más en común con él que con alguien que viva en el extranjero (pese a que puede que el extranjero viva más cerca de mí) o quizá que tengamos que luchar por una causa común. Con esto no quiero decir que odio a los gallegos ni a las gallegas. Faltaría más. Simplemente expreso que no siento predilección por España, del mismo modo que no siento predilección por ningún país. Siento predilección por mi gente, mi familia, mis amigos… Sin importarme lo más absoluto donde vivan.

No profeso esa idea de unidad que parece que arraiga (o quieren que arraigue) últimamente, como si todos los españoles y todas las españolas fueran iguales, pensasen lo mismo o necesitasen lo mismo. Tampoco quiero entrar en una discusión acerca del individualismo, primero por que la redacción no trata sobre ese tema, y segundo por que tampoco estoy muy versado sobre ese aspecto. Solo digo que cada persona es un mundo, y querer englobar a varios mundos bajo la misma bandera, a la fuerza, no puede acabar bien. Supongo que leyendo esto se puede llegar a la conclusión de que soy altamente egocéntrico, que solo me preocupo por la gente que me importa. Dejando a un lado el hecho de que no me preocupo sólo por la gente que me importa, está el hecho de que por lo menos no profeso esa falsa solidaridad que existe, refiriéndome en este caso a España (aunque me imagino que será aplicable a cualquier país en los cuales la población media pueda permitirse el lujo de tener una televisión). Ahora mismo la solidaridad no existe excepto en muy honrosas excepciones, o como mucho se limita a un escueto “dios mío, que horror” cuando vemos alguna miseria por el telediario (las cuales, por desgracia, cada vez son más), y si la desgracia ha ocurrido en este país, quizá un “hay que hacer algo” o como mucho echarle la culpa al político X por no hacer lo que debería (esta última opción suele ser la más utilizada).

Quizá sea español, del mismo modo que soy castellano manchego, del mismo modo que soy bolo y europeo. Pero no siento eso más que como diversos gentilicios, una palabra que sirve para designar un lugar de nacimiento, no un sentimiento, una forma de vida o algo que me distinga de modo alguno del resto de seres humanos (excepto en el lugar de nacimiento, que no es para nada algo significativo a la hora de forjar una personalidad). Supongo que, para terminar y, en respuesta a la pregunta formulada que ha dado pie a toda esta redacción, España es para mí un país, y, como tal, me es indiferente.

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